El futuro...
Sólo tenemos que recordar que no llega solo. ¡ Lo construimos nosotros!
Nueva línea de tiempo Gen68DSO.
Si no quieren leer la lata que sige, bastante larga por lo demás, sáltense al final, a lo que está depués del logo
Desde que hemos comenzado a juntarnos a partir del 150º aniversario de nuestro colegio en 2004, hemos pasado muy buenos momentos juntos. Tal vez la única gran sorpresa haya sido observar que mucho de la amistad y el compañerismo de los antiguos tiempos ha quedado intacto por más de 35 años. Otros aspectos como la familiaridad entre nosotros, una gran coincidencia en nuestra apreciación de la vida llaman la atención precisamente porque nos parecen naturales y no nos llaman la atención. Lo relevante es que ésto se mantiene a pesar de que hay una gran diversidad en nuestras vidas en lo personal y lo profesional. Las cosas importantes como éstas, sin embargo, permanecen constantes.
Claro que también ha habido momentos tristes. Recordemos a quienes partieron antes de su tiempo. Creo que el primero fue nuestro purranquino amigo Eduardo (Lalo) Nannig a quién conocí desde el Kindergarten en la Deutsche Schule Purranque. Luego le llegó el turno de partir a nuestro puertomontino Eduardo (Chico) Arenas y la osornina Guillermina (Mina) Momberg, de cuyo deceso nos enteramos recién este año en febrero. Poco después del encuentro de 2004, apenas una semana después tuvimos la triste noticia del fallecimiento de Alicia (Licha) Sunkel luego de una larga enfermedad. No hace mucho que nos sacudió la noticia del fallecimiento de Gonzalo Fuchslocher, con quien estuviéramos celebrando un encuentro hace casi exactamente un año.
También hemos sabido de enfermedades y fallecimientos de parientes cercanos entre nosotros. Claro, luego de cierta edad, esto no es extraño y creo que podemos considerarlo como parte del proceso de vivir y disfrutar de la vida a pesar de los golpes.
Los angloparlantes usan la fatalista expresión: “Sure as death and taxes”. Los grafittistas alemanes popularizaron la no menos certera: “Das Leben ist tödlich” que también se conoce con la sarcástica variante de: “life kills”. En nuestro vernáculo idioma, un españolísimo refrán nos enseña “A la muerte ni temerla ni buscarla, hay que esperarla”. En forma más sutil y elegante, el colombiano Gabriel Celaya, en su “poesía es un arma cargada de futuro” nos cuenta: “cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades”.
Probablemente todos los idiomas y todas las culturas tengan algún recuerdo de o alguna mención a la fatalidad que llega inevitablemente (¡Que horrible redundancia!) al final del camino de la vida.
Pero, como dice el antes mencionado refrán español, esta fatalidad no debe preocuparnos más allá de lo debido. Lo que siempre debe ser parte de nuestra preocupación es el futuro. No podemos cambiar el pasado. Hasta donde sabemos, este pasado es inmutable. La frase que acuñara George Orwell en su seudofuturista novela “1984”: “Quien domina el pasado domina el futuro” se refería a mentir y engañar para obtener poder y no viola la inmutabilidad del pretérito. ¡Pero el futuro es nuestro! Debemos hacerlo, formarlo, moldearlo, forjarlo y construirlo. Tiene algo de incierto y algo de predecible. Mucho de lo que programamos se cumple, otros aspectos no tanto y algunos nunca por es que llamamos “las vueltas de la vida” y que a veces parece un trompo. Tendremos que saber reconocer la fatalidad y la moldeabilidad, separar la inmutabilidad de la forjabilidad.. Si el presente viene del pasado y se convierte en futuro, este futuro será también forjable al menos en cierta medida.
Nuestra generación -y no me refiero solo a nuestro grupo, sino a los millones de personas que nacieron por nuestra época- construyó su futuro y este futuro es nuestro presente. Nuestra generación revolucionó la música y el amor. También la electrónica, la computación y las comunicaciones, los viajes espaciales, condenó (aunque no pudo eliminar) la crueldad y la ignorancia . Nuestra generación es la responsable de la aldea global que actualmente vivimos y disfrutamos. Qisimos hacer un mundo mejor y lo conseguimos. Mejor, no perfecto. Nunca intentamos hacer un mundo perfecto. Tenemos ilusiones, pero no somos ilusos.
Si miramos con atención la generación de nuestros hijos, veremos que algunos aún admiran héroes como Jimmy Hendrix, JAnis Joplin, The Beatles, Barry White, Ottis Redding, Procol Harum, etc. (¿suena conocido?). Si miramos con atención, veremos que Freddy Mercury, el gran ídolo musical de los tiempos nuevos nació en 1946. De pronto escuchamos en un joven aficionado una melodía tocada en teclado electrónico o guitarra eléctrica que resulta ser “Una blanca palidez” o “With a little help of my friends”.
Resulta interesante, si no divertido, escuchar que se tilda a las generaciones anteriores (nosotros) de ignorantes en computación, en comunicaciones y otras maravillas modernas. Es divertido porque estos inventos y muchos de la nueva tecnología se gestaron a partir de 1950 y tuvieron su época de mayor desarrollo entre 1970 y 1980, es decir, fueron impulsados por nuestra generación. Veamos: electrónica, computación, telefonía móvil, comunicaciones instantáneas, Internet, viajes espaciales, satélites de observación de la tierra, CD, DVD, Video, y...y....y... Nuestra generación revolucionó también la música y el amor, no en contraposición, sino como complemento a la tecnología. La revolución de las flores liberó algunos encierros atenazantes y generó una nueva mentalidad más humana, más abierta y sobre todo más universal. Hoy está tan inserta en la vida diaria, que resulta fácil olvidar que alguna vez las cosas fueron muy diferentes. No quiero desmerecer a las nuevas generaciones. Después de todo son las generaciones de nuestros hijos y serán las de nuestros nietos. Ellos tendrán su futuro y se darán cuenta de él en 30 años más cuando lo que hoy es futuro se haya convertido en presente.
Es simultáneamente una suerte, un honor y una bendición reconocer este futuro cuando se convierte en presente y no pasar por la tristeza de dejarlo pasar y reconocerlo solo cuando se convirtió en pasado y perdió su vigencia. Las generaciones nuevas construirán su nuevo edificio sobre los cimientos de lo que construyó nuestra generación así como nosotros construimos sobre lo que dejó la generación de nuestros padres. El gran físico, matemático y visionario inglés, Sir Isaac Newton acuñó la frase "Si he visto más lejos, es por estar parado sobre los hombros de gigantes.". También nosotros vimos más lejos por estar parados sobre los hombros de los gigantes que fueron nuestros padres y su generación. La única diferencia de nuestros tiempos modernos y los de Newton allá por el siglo 17 es que, como dijo Isaac Asimov haciendo una reflexión sobre los avances acelerados : “pero hoy tenemos la suerte de tener a estos gigantes entre nosotros. (Bueno... creo que fue Asimov. ¡Ah la esquiva memoria...!) Nuestra generación puede hacer futuro en forma más simple y con mejores oportunidades que las anteriores, somos los gigantes sobre los que se para la siguiente generación.
Construyamos entonces nuestro futuro. Lo que ya se ha hecho tradicional, consiste en: Algunos encuentros parciales cuando viene alguien desde lejos.
Un encuentro en octubre, normalmente en Santiago, (este año fue en Concepción).
Uno en Febrero, normalmente en Osorno.
Las celebraciones más importantes de aniversario de la Deutsche Schule Osorno, nuestro colegio, cada 5 años alrededor del 12 de octubre.
en base a lo anterior les propongo la siguiente programación,
Diciembre 2 de 2006: Encuentro en Santiago
Enero 13-14 de 2007: Posible encuentro en Osorno (Viaje de Dieter al sur)
Febrero 2-4 de 2007: Encuentro en Osorno (nuestro ya tradicional encuentro de vacaciones)
Octubre 5-7 de 2007: Encuentro (ya tradicional) de Octubre, posiblemente en Santiago
Febrero 8-10 de 2008: Encuentro de vacaciones en Osorno.
Octubre 11-12 de 2008: Encuentro de octubre con celebración de los 40 años de egresados.
Febrero 6-8 de 2009: Encuentro de vacaciones en el sur
Octubre 10-12 de 2009: Posible celebración de los 155 años de la DSO. Si esto ocurre, estaremos en Osorno celebrando.
Una proposición (muy decente). Tratemos de reunir a algunos de nuestros antiguos profesores en al menos una de las múltiples reuniones que celebramos en febrero en Osorno. Por supuesto que para ello necesitaremos de la colaboración activa de nuestros amigos osorninos. Propongo que lo intentemos en la reunión de febrero de 2007.
Recordemos, finalmente, la frase del genial folklorista Atahualpa Yupanqui (¿O fue Facundo Cabral? La memoria de nuevo): “Yo no soy viejo, lo que pasa es que he sido joven por tantísimos años!”
Saludos